miércoles, 22 de julio de 2009

La junta

Llegando a la junta, la sangre se activa.
Llegando temprano, los músculos vibran.
Ella está escribiendo en taquigrafía.
Papel en la mesa, café que se enfría.

Toma la palabra el Contador Trino,
expone su tema, define objetivos.
Ella los registra en una minuta,
su lápiz sin goma dibuja figuras.

El jefe pregunta con voz detonante
"¿Dónde está el Oficio que tenía delante?"
Ella lo retrata con abreviaturas
y nunca me mira, apunta que apunta.

Ella se retira bajando los ojos
y yo me despido bajando la voz.
Y quede constancia, copia para todos:
anexo minuta de mi corazón.

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